¡Mamá, si en este momento decides tomarte una pausa para visualizarte, te invito a seguir leyendo!
Sí, efectivamente, convertirse en mamá es desafiante porque los hijos/as llegan sin guías a seguir, sin instrucciones de crianza. Nos enfrentamos a un nuevo rol sin experiencia previa, vamos aprendiendo sobre la marcha y descubriendo que la maternidad es bastante diferente a estas creencias de la supermamá que nos brindaron. (Te recomiendo leer: https://conamordetribu.com/blog/idealizaciones-de-la-maternidad/)
Para cada una es diferente, por eso deseo resaltar que los momentos de agobio son parte de la maternidad, que las tareas del día a día son muchas y que si nos rodeamos de creencias generalizadas como la de que “cuando una mujer es madre, lo puede con todo”, el nivel de agotamiento se agudiza y la culpa también.
Es necesario reconocer la realidad de nuestra labor diaria y cómo la incorporación de un nuevo ser con necesidades propias multiplica nuestras responsabilidades. Adaptamos nuestra rutina e identidad, mientras exploramos y aprendemos cada día, sin pausa. Es natural sentirse abrumada con tantas demandas y responsabilidades simultáneas.
Reconocer el agotamiento y aceptar que es natural sentirse abrumada es un primer paso crucial para un bienestar emocional más saludable. Por eso, te sugiero incorporar el agotamiento como un sentimiento válido en tu vida, solo que no le permitas que se apodere de ti.
La próxima vez que este sentimiento te visite, pon en práctica la siguiente técnica: Realiza 5 respiraciones profundas e intenta cerrar los ojos, y luego pregúntate: ¿Me estoy permitiendo decir: hoy yo no puedo, necesito ayuda, necesito una pausa?