¿Por qué aparece el sentimiento de culpa?, ¿Cuándo?, ¿Cómo nos afecta? Este sentimiento aparece porque creemos que no estamos haciendo algo bien, comenzamos a juzgar nuestras acciones, pensamientos, sentimientos y al mismo tiempo pensamos que lo podríamos hacer mejor. En otras oportunidades podemos sentirnos juzgadas por los demás y este hecho también nos conduce al sentimiento de culpa.
Habitualmente, cuando empezamos a escucharnos y reconocer nuevamente nuestras necesidades individuales, entran en juego las contradicciones y exigencias. Es como que automáticamente, sin darnos cuenta, nos juzgamos por sentirnos, porque pareciera que si nos sentimos, dejamos de atender las necesidades de nuestro hijo. Este sentimiento nos afecta negativamente en la conducta que desarrollamos, porque nos desvalorizamos en la gran tarea de tener, cuidar y acompañar.
Durante muchas décadas se sostuvieron imaginarios sociales sobre nuestro rol en la maternidad, que se fueron trasladando de unos a otros, significándonos lo que es ser madre y cómo se debe actuar ante la crianza. Esta construcción de pensamiento social no consideraba nuestra tarea, las dificultades, responsabilidades y obstáculos que comprende la maternidad, sólo ponía en prioridad el bienestar del hijo/a sin considerar el de la madre.
Claro que este pensamiento es parte de la historia, por lo que directa o indirectamente cargamos con esta información del “deber ser la madre perfecta”, que todo lo puede por el hecho de convertirse en madre.
El sentimiento de culpa, se alimenta por pensamientos contaminados con expectativas y exigencias hacia nuestro rol de mamá, aquí aparece también toda esa información que traemos con nosotras.
Entonces, ¿qué hacemos con la culpa que me genera tener mi propio tiempo o tiempo para mí? … Primer paso: lograr gestionar este sentimiento, aceptando lo que nos pasa. Segundo paso: mirarnos con amor y respeto, valorándonos. Simplemente, comenzando a observar cómo nos sentimos y qué pensamientos nos genera.